La falta de conocimientos sobre la Propiedad Intelectual es una limitante para el buen Desarrollo
Empresarial y la lucha efectiva contra actos desleales de parte de competidores. Conocer los aspectos
importantes de la Propiedad Intelectual nos permite contar con una herramienta útil para toda empresa o
negocio.
Ello es así, pues las obras, las Invenciones y las Marcas son parte de los Bienes o Activos de una empresa. Su valor muchas veces es superior al valor del propio producto que la empresa comercializa. Estos bienes o activos, como cualquier otro, merecen ser protegidos. Ello promueve el desarrollo de nuevos Productos y Servicios y frena a los competidores desleales.
Por ejemplo, tenemos una empresa de joyería en Panamá que, al ver sus modelos y sus marcas reproducidos por sus competidores, decidió actuar. Registró sus creaciones y los nombres de sus productos, luego de lo cual inició Acciones Legales contra su Competidor Desleal, reduciendo drásticamente las pérdidas por tales motivos. Tal acción le permitió, con mayor tranquilidad, elaborar nuevos productos, con la confianza de comercializarlos sin temor a que otros los copien ilícitamente.
Toda empresa debe buscar posesionarse en el mercado, mediante el diseño de una estrategia que considere no solamente el producto o los servicios y el mercado, sino la Identidad que se va a asumir. Esta Identidad estará, en parte, compuesta por el Activo Intelectual de la empresa, sus Marcas, sus Creaciones, sus Conocimientos Comerciales, todos objetos de protección bajo la Propiedad Intelectual.
En términos precisos, la Propiedad Intelectual comprende los Derechos otorgados por un conjunto de Leyes o
Reglas que permiten la Protección de las Creaciones, Invenciones y, en general, de los Bienes
Intelectuales que pueden conformar el Patrimonio de las personas, mediante normas especiales adaptadas a
la naturaleza especial que poseen esas cosas inmateriales que denominamos “Bienes Intelectuales”.
La Propiedad Pntelectual también implica desarrollo cultural cada vez que surgen nuevas creaciones o productos. Esto lo observamos frecuentemente en los discos, vídeos, juegos electrónicos, radio, televisión, obras teatrales, software, los cuales consumimos diariamente.
La Propiedad Intelectual está compuesta por todos los Derechos que recaen sobre cosas no materiales, los cuales son Derechos de Propiedad que se encuentran agrupados en dos ramas específicas: el Derecho de Autor (o Propiedad Artística y Literaria) y la Propiedad Industrial (Patentes, Marcas, Licencias).
El Derecho de Autor, como parte de la Propiedad Intelectual, protege las creaciones literarias, artísticas, científicas, programas de ordenador, obras de arquitectura y de las artes plásticas, así como toda Creación Intelectual Original, sin que sea necesario el cumplimiento de formalidad alguna (ley 15 de 8 de agosto de 1994).
A pesar que el registro de las obras ante el Ministerio de Educación no es obligatorio, el mismo es recomendable para evitar dudas sobre la titularidad de los derechos, ya que éste otorga al que registra una presunción en su favor que facilita la prueba sobre autoría y fecha.